Primero, comprueba el estado del sifón.
Antes de emplear alguna de las soluciones, comprueba el estado del sifón del fregadero. Coloca un cubo bajo él y quita el tapón con rosca. Retira todos los restos de comida que pueda haber y limpia la tubería con un paño con un producto desengrasante. Comprueba la junta del tapón y cámbiala si es necesario. Vuelve a colocar el tapón en su sitio y deja correr el agua para ver si sigue habiendo atasco.
Desatasca el fregadero con uno de los siguientes métodos:
Si el atasco sigue presente, significa que está más allá del sifón, en las cañerías. Hay varias maneras en las que puedes solucionarlo:
- Desatascador con ventosa: es el primer método que tienes que intentar para desatascar el fregadero. Se trata de una herramienta que cuenta con una ventosa acoplada al mango y funciona por succión. Para solucionar el desagüe, pon la ventosa en el desagüe atascado y tapa el rebosadero con un trapo para producir vacío. Así, los restos de comida o suciedad que provocan el atasco, así como el agua estancada, saldrán por el desagüe. Repite la operación varias veces hasta que el agua cuele bien.
- Desatascador neumático: funciona como el desatascador con ventosa. Es una especie de minibomba manual que funciona por empuje de aire y succión. Para desatascar el fregadero, apóyalo en el desagüe y acciona el mango de arriba a abajo repetidas veces. Así se introduce presión en la tubería y succiona los depósitos de suciedad.
- Desatascador de muelle: es la mejor opción en grandes atascos y cuando las tuberías son antiguas y no se quieren dañar con un producto químiso. Se trata de un muelle de una determinada longitud y anchura que se introduce en el desagüe. Funciona empujando los restos hacia otra zona de las tuberías que no haya atasco. Puesto que ya has comprobado que el atasco no está en tu sifón, introdúcelo en las tuberías por ahí en vez de por el desagüe. Desenrolla la sonda del atascador e introdúcela en la tubería atascada. Para que vaya entrando bien en todos los codos de la tubería, además de empujar poco a poco, ve también girando el muelle. Cuando llegues al atasco sigue empujando el muelle y girándolo. Continúa haciendo lo mismo hasta asegurarte de que no quedan residuos.
- Desatascador químico: puede ser líquido (el más común), en gel o gránulos. Disuelve los restos de alimentos debido a su composición química. Al utilizarlo hay que tener ciertas precauciones. Utiliza guantes y evita inhalar sus vapores. Es el último recurso, ya que se trata de un producto contaminante y, si las tuberías son antiguas, podría dañarlas. Si recurres a este método, sigue siempre las instrucciones del fabricante.
Una vez solucionado el atasco, ten especial cuidado para que no se acumulen restos de comida o desechos en las tuberías. Evita también echar restos de aceite, ya que se solidifican y ayudan a incrementar los atascos. No viertas tampoco disolventes, pinturas o tintes. Tus tuberías se mantendrán despejadas durante mucho más tiempo.
